Caminata por el bosque: un nuevo impulso para el bienestar y la salud

Hay buenas noticias para todos los más reticentes al deporte: incluso el ejercicio ligero tiene efectos que promueven la salud y aumenta la esperanza de vida. Aquellos que pueden animarse a caminar hasta 75 minutos a la semana aumentan un promedio de casi dos años a sus cuentas de vida. Las enfermedades leves no son excusa. Una caminata es buena para un resfriado y despierta los poderes de autocuración.

Nadie quiere ya caminar a pie hoy, pero caminar al aire libre tiene un gran impacto en nuestra salud [...].

Sebastian Kneipp

También en temas de consumo de calorías, se subestima un paseo. Joachim Latsch, del Instituto de Investigación del Sistema Circulatorio y Medicina Deportiva de la Escuela Superior Alemana de Deporte de Colonia, explicó a la revista alemana Der Spiegel que una persona quema trotando solo pocas calorías más cuando cubre una distancia de cuatro kilómetros en media hora, en lugar de caminar esta distancia en una hora.

Mientras trotas, el esfuerzo por paso es mayor, sin embargo al caminar haces el doble de pasos, y muchos pasos pequeños consumen en la suma aproximadamente tanta energía como unos pocos pasos más enérgicos, comentó el médico deportivo en una entrevista con la revista.

Un “baño de bosque”

Intuitivamente, lo hemos sabido por mucho tiempo, numerosos estudios pueden demostrarlo: el movimiento en sí es bueno, pero el movimiento en el bosque tiene una influencia especial en nuestro bienestar. El contacto con la naturaleza, las hojas crujientes, el suave canto de los pájaros: un paseo por el bosque.

Los japoneses han acuñado un hermoso término para esto: Shinrin-Yoku – Baño de bosque.

 

 

Lo que hace que tan especial un paseo por el bosque

Lo que se considera un pasatiempo popular es una piedra angular de la medicina japonesa: la caminata por el bosque como herramienta terapéutica. Desde entonces, numerosos estudios científicos han demostrado la eficacia de la "Terapia de Bosque”.

Varios investigadores japoneses, sobre todo el Prof. Dr. Qing Li de la Nippon Medical School en Tokio, han podido demostrar los efectos positivos de la caminata por el bosque en estudios comparativos. Por ejemplo, encontraron que los niveles de la hormona del estrés cortisol se redujeron en los sujetos. La presión arterial y la frecuencia cardíaca también disminuyeron en comparación con el grupo de control que se deplazaba por la ciudad. La actividad del sistema nervioso parasimpático aumentó mientras que su antagonista, el simpático, retrocedió a un segundo plano.

El bosque surte efecto

La nariz gotea? ¡Únete! Un paseo por el bosque puede dar un impulso real al sistema inmunológico. Asegura un aumento en las llamadas células asesinas naturales (células NK), que, entre otras cosas, se encargan de la defensa contra los virus. Después de un paseo por el bosque, el número de estos ayudantes propios del cuerpo aumenta hasta en un 50 por ciento.

Respira hondo

Estamos convencidos: un paseo por el bosque es saludable. ¿Pero cómo el aire del bosque se convierte en una farmacia natural? El biólogo Clemens G. Arvay tiene una teoría. El hace responsable los terpenos, fragancias que emiten los árboles y expulsan el aire del bosque. Se dice que a ellos se debe el efecto positivo en nuestro sistema inmunológico. Pues bien, a por el “baño de bosque” y a respirar hondo.

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