Día de spa en casa

Sumergirse en un templo de bienestar lo puede hacer cualquiera, aunque no siempre se encuentra allí una relajación beneficiosa. Saunas demasiado llenas, ruido en los espacios comunes y escaso espacio en la piscina son, a menudo, los culpables de que un día de spa en un oasis del bienestar signifique más estrés que descanso. Entonces, ¿por qué no establecer sencillamente un día de spa en casa? Aquí encontrarás las instrucciones para ello.

1. día de Spa en casa: Descansa de móviles, ordenadores portátiles, teléfonos y compañía

La tecnología es nuestra acompañante habitual y en estos tiempos es casi inimaginable que haya alguien de quien no lo sea. Sin embargo, estar constantemente disponible acaba convirtiéndose en una carga para muchos. Las consecuencias habituales son desasosiego e inquietud. Por eso es tan importante concederse una pausa y desconectar en el sentido más estricto de la palabra.

 Esto significa: Desconectar móvil, portátil, tablet, teléfono y compañía.

2. día de Spa en casa: Estar en «Flow»

¿Cuándo fue la última vez que estuviste tan atento, concentrado y centrado en tí mismo? Piensa qué actividad te ha satisfecho y absorbido totalmente. A este estado, que en psicología se denomina también «Flow» (flujo, fluir), a menudo no se le hace caso.

Son los menos los que lo experimentan regularmente o incluso saben cuál ha sido la última vez que lo han experimentado. El deporte, por ejemplo, puede desencadenar este estado. Las obligaciones, preocupaciones y miedos se disipan, te centras en el aquí y ahora, los movimientos se suceden por sí mismos.

En un día de spa, en el que el reposo debe ocupar el lugar central, quizás el deporte esté recomendado de forma condicional. Pero existen muchas otras actividades, más pasivas, con las que se puede lograr fluir: dibujar y pintar, leer o escuchar música son buenas opciones, con las que puedes conseguir una concentración total y al mismo tiempo una amplia relajación.

Coge un libro, pon tu lista de música preferida o toma un lápiz de dibujar y comprueba lo útil que resulta apartarse de la rutina diaria.

3. día de Spa en casa: Cuidados de la cabeza a los pies

Un día de spa perfecto incluye desde luego cuidados corporales correctos. Concede a tu cuerpo un auténtico programa de mimos, empezando por un buen baño de espuma. Procura una agradable sensación de cosquilleo sobre la piel y te sumerge con sus agradables olores en otro mundo; una vivencia para todos los sentidos.

Además, te puedes colocar una mascarilla facial relajante, que limpia en profundidad y te otorga una delicada suavidad a la piel de la cara. Igual de rápida resulta una mascarilla capilar y deja tu cabello brillante y suave.

Importante después del baño: proporciona a tu piel, según el tipo, suficiente humedad. A menudo la piel tiende a resecarse con el agua caliente. Una loción corporal te hará recuperar la proporción correcta de humedad.

4. día de Spa en casa: Placer seductor para todos los sentidos

No dudes en combinar el baño con música relajante o un libro y tampoco dejes de lado el placer culinario. Un sabroso té, te calienta por dentro y contribuye de forma determinante a la recuperación. Los bombones completan el placer. A una atmósfera acogedora en el baño contribuyen, además, la luz de las velas y flores.

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