Mujer comiendo cereales con bayas.
Mujer comiendo cereales con bayas.
Filosofía de los 5 pilares

Logra tu objetivo con moderación: cómo se interrelacionan la salud, la nutrición y el bienestar

¿Cómo puedo comer lo más sano posible? Básicamente, es una pregunta sencilla, para la que una rápida búsqueda en Internet proporciona alrededor de 80 millones de respuestas. 

En realidad, no es necesario reinventar el mundo (nutricional). Ya a principios del siglo XIX, Sebastian Kneipp se centró en este importante tema, sobre todo, en el equilibrio, absteniéndose de demasiadas prohibiciones y reglas.

Más bien se preocupaba de que todos comieran alimentos sencillos, no adulterados y nutritivos, según su constitución física.

Resulta de gran importancia que el cuerpo, la más maravillosa de las moradas, se construya con el mejor material.

Pastor Sebastian Kneipp
Sebastian Kneipp

Comer bien: qué dieta es la más nutritiva según Kneipp

Aunque en la época de Sebastian Kneipp los alimentos de origen animal apenas figuraban en el menú, el experimentado naturópata no tenía en principio nada en contra de comer carne, siempre que se comiera con moderación. Su máxima era: "Procedamos con sensatez y no demasiado unilateralmente."

Por ejemplo, aconsejaba a sus pacientes que comieran suficiente fruta y verdura. Para conservar lo mejor posible los nutrientes, se debía preferir el consumo de verduras crudas.

Especialmente la "clase trabajadora" debería complementar la dieta alta en proteínas con alimentos nutritivos y bajos en proteínas, como el pan y las patatas. Kneipp consideraba los cereales integrales como la fuente de energía más pura y atribuía su propia resistencia y fuerza sobre todo a su dieta de joven adolescente a base de avena y cebada. Según Kneipp, los nutrientes sin proteínas -como las grasas- son necesarios para el funcionamiento del metabolismo pero deben consumirse con moderación.

Hay que reconocer que la dieta vegetariana es, en general, más sabrosa que la dieta a base de carne.

Pastor Sebastian Kneipp
Sebastian Kneipp

Comer y beber sin remordimientos de conciencia

Menos es más: como en todas sus enseñanzas, la palabra mágica para Kneipp en materia de nutrición era "equilibrio". En consecuencia, no solo la dieta mixta tenía grandes ventajas, sino también la alimentación regular. En lugar de comer sólo por la mañana y por la noche, hay que comer tres o cuatro veces al día, pero en porciones más pequeñas. Kneipp también hizo hincapié en la importancia de no comer más allá del hambre que se tiene: si uno se da cuenta de que está comiendo, es que ya ha comido demasiado.

Kneipp también tenía mucho que decir sobre los alimentos líquidos. Para él -no es de extrañar- consideraba el agua como la "mejor de las bebidas" cuando se trata de calmar eficazmente la sed. Esto contrasta con las bebidas preparadas artificialmente, como el café, la cerveza, el vino o el aguardiente. Si su producción está adulterada, su valor nutricional es de pobre a bajo. Sin embargo, Sebastian Kneipp, nacido en 1821, no está en contra del consumo ocasional: "No soy un puritano y me parece bien permitirme una copa de vino o de cerveza". Además, los vinos a base de hierbas medicinales -disfrutados con moderación, por supuesto- podrían incluso contribuir a fortalecer y curar numerosas dolencias.

La receta de Kneipp para una alimentación sana: regional, sostenible y casera

Así que no hace falta mucho para trasladar la filosofía nutricional de Kneipp aquí hoy en día. Según su consejo, hay que tener cuidado al preparar la fruta y la verdura para no privarlas de sus nutrientes naturales mediante un exceso de cocción o de vapor. Además de que, en general, es mejor cocinar para uno mismo, incluso se puede ir un paso más allá -siguiendo la fitoterapia- y, por ejemplo, cultivar uno mismo diferentes tipos de verduras o hierbas.

Principalmente, los alimentos autóctonos de la región prosperan en balcones y jardines. E incluso cuando se compran en la tienda semanal o en el supermercado, hacen innecesarias las largas rutas de transporte. Los siguientes superalimentos locales son especialmente sostenibles, en cuanto a sus efectos beneficiosos para la salud. ¿Qué te parece la linaza en lugar de las semillas de chía, por ejemplo? ¿O arándanos en lugar de bayas de açaí? Lo que acabe en nuestros platos, debemos comerlo con gusto. O en palabras de Sebastian Kneipp: "Es el placer del paladar el que pone en movimiento a medio mundo".