La belleza viene del interior, estamos de acuerdo. Pero se puede apoyar desde el exterior: La afusión facial es un tratamiento refrescante y reafirmante para la piel que se puede utilizar varias veces al día, incluso en casa en la ducha. ¡Muestra tu cara!
Estos son los beneficios de la afusión facial:
- vigoriza el cuerpo y la mente
- favorece la circulación sanguínea
- alivia los dolores de cabeza y la fatiga
- ayuda a la vista cansada después de una larga lectura o un trabajo concentrado
- reafirma y refresca la piel
- aumenta la circulación sanguínea de la piel y, por tanto, mejora la tez y el color del rostro; para ello, sin embargo, la afusión facial debe aplicarse dos veces al día durante un periodo de cuatro semanas.
Instrucción para la afusión facial:
- Colócate una toalla alrededor del cuello e inclínate un poco hacia delante.
- No abras el agua al máximo: elige una presión suave.
- Primero aplica el chorro de agua fría en la sien derecha. A continuación, guíalo por la frente hasta la sien izquierda y luego vuelve al lado derecho de la cara.
- Comienza subiendo y bajando verticalmente tres veces. A continuación, trata el lado izquierdo de la cara de la misma manera.
- Inspira y espira lentamente por la boca durante la aplicación. Para ello, puedes interrumpir brevemente la afusión.
- Terminar la aplicación con tres movimientos circulares sobre todo el rostro.
- No te seques. En su lugar, quita suavemente el agua con la mano. Esto permite que el cuerpo reaccione de la mejor manera posible a la afusión.
Atención:
No apliques la afusión facial en caso de sinusitis aguda. Lo mismo aplica con las enfermedades oculares como las cataratas o el glaucoma, así como con las inflamaciones nerviosas de la cara.
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